Mucho más que una chica lista

“Yo pensaba que las feministas eran unas pesadas hasta que unos compañeros me hicieron callar en una reunión de trabajo”

Esa humillación y otras parecidas las ha bautizado Lucia Lijtmaer, en su libro, “Yo también soy una chica lista” (Editorial Destino) como el Golpe en la Cabeza, que viene a ser algo parecido, salvando las distancias, a cuando San Pablo se cae del caballo, escucha la palabra de Dios y se convierte. La autora de este divertido e inteligente libro, mezcla de reflexión y crítica , bautiza a ese momento en el que una toma conciencia de su condición de mujer, y por tanto de desigual en esta tierra dirigida por hombres, como el Golpe en la Cabeza. Pues bien, Lucia se hizo feminista a costa de acumular golpes y lo resume así de claro, “Lo que marca específicamente la vida de una mujer es el momento en el que se da cuenta de que vive en un mundo injusto. (…) Sí, el Golpe en la Cabeza es, simplemente, sumar dos más dos y que te duela; es, en definitiva, el momento en el que te das cuenta de que el feminismo es necesario.

El libro de Lucia Lijtmaer me ha evocado el de Roxane Gay, “Mala Feminista” (editado por Capitán Swing) y comentado en este blog hace algunos meses. Roxane es joven, inteligente y con una buena formación como Lucia; tiene una edad parecida y pertenece a un sector social medio, aunque es negra, lo cual redobla, como ella dice, la discriminación que padece. Ambas, desde dos países muy diferentes, llegan al feminismo, según cuentan, a partir de experiencias personales, de la constatación de que viven en un mundo injusto, desigual y por decirlo claramente, patriarcal y machista.

Otra característica que aúna a estas jóvenes escritoras es que utilizan el sentido del humor como estilo narrativo; su prosa destila ironía y nada tiene que ver con el verbo rígido y austero que en los años sesenta y setenta surgía del feminismo. En definitiva, son parecidas a los tiempos que vivimos, más empáticas, también más ligeras, pero incomparablemente más positivas y eficaces .
Tras contarnos algunos testimonios de mujeres que se han dado Golpes en la Cabeza, Lucia va repasando, con agudeza y gracia, algunos mantras que la sociedad impone a las mujeres: “odiar a las amigas te lo manda la televisión”; “Soltera, solterona y el síndrome de La vieja loca que habla con sus gatos” o “El increible caso de la mujer invisible (después de los cuarenta y cinco años).

Capítulos interesantes, bien planteados y escritos, pero archiconocidos. Afortunadamente, el libro es mucho más, mucho más guerrero quiero decir. Los cinco capítulos por ejemplo que dedica al porno están bien concebidos y son más que aconsejables. La autora confiesa que ha trabajado en esa industria traduciendo guiones, lo que evidentemente se percibe en el dominio y sensibilidad con que aborda un asunto tan complejo; en cómo lo retrata: “El porno es ahora para listos. Para culturetas. Para gente molona.”; en cómo lo analiza: “Si no estás dispuesto a comprarte zapatillas de marcas que exploten a niños para su fabricación, ¿por qué vas a tolerar pajearte ante imágenes de mujeres explotadas? ¿Por qué no hablamos de industria cuando hablamos de pornografía”. Y en cómo concluye: “Y la fantasía, ese lugar sin límites, seguirá sin tener nada que ver con una reunión de “tuppersex” con tu cuñada, con el moderno del curro que cita a la pornstar de turno, en definitiva, con todos los que también compraron, años atrás, que molar quería decir lo que siempre había querido decir, lo que gustaba a los tíos.”

Autore: RSS de noticias de