Por qué los hijos de Brad Pitt y Tom Cruise renuncian a sus apellidos: de qué se avergüenzan los herederos de los dos intocables de Hollywood

Author: mujerhoy

La guerra ya no es sentimental ni judicial. La batalla, cruenta como pocas,
ha pasado al territorio de la reputación, donde el fantasma de la cancelación amenaza hasta a los más poderosos, aunque a estos solo les afecte de manera temporal. Cómo han de silbar las balas en los oídos de
Brad Pitt, que el actor más famoso de Hollywood, icono de varias generaciones,
ha anunciado planes de boda y futura paternidad para eclipsar la última refriega con su ex familia. Mejor dicho, con sus hijos.

Ahora mismo, no está claro si alguno de los seis hijos de Brad Pitt y Angelina Jolie utiliza el apellido del famoso actor. La última en
bajarse del barco de su paternidad ha sido Shiloh, hija biológica de la pareja junto a los gemelos Vivienne y Knox. Lo hizo en el
mismo día en que cumplió 18 años, como un rito de emancipación más.

Pocos días antes
ya había renegado del apellido Pitt Vivienne (15), quien decidió aparecer en los créditos de The Outsiders, donde trabajó de asistente de producción, como Vivienne Jolie. El año pasado, Zahara (19) se presentó ante sus compañeros en la hermandad Alpha Kappa Alpha del Spelman College de Atlanta como Zahara Marley Jolie.

En 2021, Maddox (22) declaró contra el actor en un juicio donde se constató documentalmente que no usa su apellido. En 2020, Pax (20) publicó en el Día del Padre un mensaje en Instagram de lo más esclarecedor: «
¡Feliz Día del Padre a este imbécil de clase mundial! Una y otra vez has demostrado que eres una persona terrible y despreciable», escribió.

«No tienes ninguna consideración ni empatía hacia tus cuatro hijos pequeños, que tiemblan de miedo con tu presencia», le acusó Pax. «
Nunca entenderás el daño que has hecho a mi familia, porque eres incapaz de verlo. Has hecho las vidas de las personas que más cerca están de mí un constante infierno. Puedes decirte a ti mismo y al mundo lo que quieras, pero la verdad saldrá a la luz algún día».

Conocemos el mar de fondo que explica este repudio generalizado a Brad Pitt:
acusaciones de violencia machista que no terminan de ser avaladas por los tribunales, a pesar de los testimonios de los hijos de Angelina Jolie. El actor admitió ante los tribunales su alcoholismo y habló en distintas entrevistas sobre una
adicción a los opioides y la heroína. También ha aludido a su salud mental, como paciente de depresión. Sea como fuere, ahora mismo no mantiene relación alguna con sus hijos.

La renuncia de Suri al apellido Cruise

Otro padre que avergüenza a sus hijos es
Tom Cruise, el otro gran icono del cine de los 90 que aún continúa protagonizando blockbusters en Hollywood. Si Brad Pitt no ha podido evitar que se fueran conociendo las particularidades de su trato familiar,
con Cruise no hay tanta suerte. Solo cabe imaginar, dada la fortificación legal que resguarda su vida privada. Precisamente por eso es tan significativa la decisión que ha tomado
su hija menor, Suri. También acaba de cumplir 18 años.

No sabemos desde cuándo Suri ha dejado de llamarse como su padre. Lo cierto es que en el certificado de su graduación en el Fiorello H. LaGuardia High School of Music & Art and Performing Art no pone Suri Cruise, sino Suri Noelle. La joven
utiliza el segundo nombre de su madre, la actriz Katie Holmes, como apellido. No hay constancia de que padre e hija tengan contacto alguno desde 2012.

Tom Cruise y Katie Holmes se separaron precisamente en esa fecha, tras seis años de matrimonio. La actriz dio una razón incontestable:
pretendía proteger a su hija de la Cienciología, la entidad religiosa en la que milita el famoso actor. El acuerdo de divorcio aseguró a Suri la cifra de 400.000 dólares anuales hasta la mayoría de edad, a cambio de un acuerdo de confidencialidad para su madre, quien no ha podido hablar de su experiencia matrimonial
ni de sus vivencias referentes la Cienciología.

Tom Cruise con su hija Suri /

GTRES

Ahora, Suri Noelle podría hablar de Tom Cruise si quisiera, aunque
es dudoso que lo vaya a hacer. El actor aún paga gastos médicos, facturas colegiales, seguros y otros costes extracurriculares. Aún así, los medios estadounidenses barajan otra explicación de este distanciamiento. La Cienciología prohibe a sus miembros relacionarse con familiares que no acepten este culto, calificado como sectario en Francia o Alemania. En España, está inscrita en el Registro de Entidades Religiosas desde 2007.

No todo está tan claro en la relación de Tom Cruise con su hija. Él mismo aseguró ante el juez, en un juicio contra la revista In Touch, que no había abandonado a Suri, pues la llamaba todos los días para compensar las ausencias provocadas por su trabajo. Parece que se confirma
un abandono en toda regla con la ausencia de su apellido en el nombre que elige ya como adulta.

Esta militancia en la Cienciología fue también la causa de divorcio de Cruise con Nicole Kidman, con la que estuvo casado once años y con quien adoptó dos niños. Bella (31) y Connor (29) que
sí han adoptado el culto de su padre y, por tanto, tienen relación con él. Sin embargo,
ninguno de ellos tiene contacto alguno con Kidman, lo que se considera una prueba de la orden de la Cienciología para expulsar de la vida de sus seguidores a los no creyentes. Aunque sean sus propios hijos.

Por qué sus hijos les odian, pero Hollywood les protege

Los casos de Brad Pitt y de Tom Cruise son paradigmáticos: vemos cómo la industria de Hollywood blinda las fallas, vulnerabilidades y errores de sus estrellas para no opacar su brillo de perfección. Aunque sin duda han de existir causas para el presunto comportamiento violento e irresponsable de ambos actores,
jamás podrán ser expuestas públicamente, pues se ropería la fachada de perfección que impone el puritanismo de la industria del cine.

Aún así, algunas estrellas importantes empiezan a ver
cómo su biografía se reconsidera bajo una nueva luz por parte de las nuevas generaciones o incluso de sus antiguas fans. Es el caso de
Leonardo DiCaprio y su larga lista de novias modelos menores de 25 años. O de
Justin Timberlake, antaño adorado por su talento y hoy señalado como tóxico y violento por su relación con Britney Spears en los años 90 y su reciente
detención mientras conducía borracho en los Hamptons, en Nueva York.

Impensable de todo punto pensar que nadie pueda
cancelar a Brad Pitt o Tom Cruise, a la luz de la información que conocemos, sospechamos o confirma el repudio de sus hijos a esa paternidad simbólica que representa el apellido.
No será la industria del cine quien prescinda de ellos, pues Pitt acaba de rodar con Penélope Cruz para Chanel y rueda con Javier Bardem una película sobre la Fórmula 1. Cruise, insumergible, ya rueda ‘Misión imposible 8’.

Tampoco
sus muy amigos en Hollywood parecen darse por aludidos de estos extraños en la vida familiar de sus colegas. George Clooney, casado con una defensora de Derechos Humanos, presume de amistad con Pitt, con el que acaba de rodar ‘Woolfs’.
Taylor Swift, feminista donde las haya, actuó en Londres mientras su novio, Travis Kelce, y Tom Cruise bailaban en el reservado para VIPs. El actor dio la campanada al acudir al concierto de Swift: su hija se había graduado el día anterior en Nueva York.