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Presente y futuro

Citarse con el presente y el futuro del cine español, por pomposas que suenen estas palabras, no es algo que ocurra todos los días. Marta Etura y Alba Galocha son dos mujeres de generaciones muy próximas, pero con enormes diferencias. Uno lo nota hasta en la forma que tienen de sentarse: seria, protocolaria y expectante en el caso de Marta; desgarbada, informal y extremadamente despreocupada en el de Alba. También en las maneras de hablar: Etura, a la que nunca le han entusiasmado las entrevistas [y que hace pocos días ha anunciado su embarazo], mide y cuida sus palabras.

Galocha se lo toma con la misma espontaneidad con la que chatearía con un colega. Las dos comparten, eso sí, una inteligencia clara y directa. Ambas ríen y cuchichean antes de esta conversación como si se conocieran de toda la vida. No es así. De hecho, no comparten escenas en el film. Pero las promociones unen mucho, tanto o más que el saberse elementos imprescindibles de una de las películas españolas del año: El hombre de las mil caras (estreno: 23 de septiembre), el thriller político del director Alberto Rodríguez, que describe un momento crítico de la política española y la historia de Francisco Paesa, banquero, traficante de armas y espía de los servicios secretos españoles.

Todos los implicados en este caso son tramposos profesionales, les aprece natural robar”

Alba GalochaModelo y actriz

Como se recuerda, el caso Paesa se hizo célebre tras la fuga del director de la Guardia Civil Luis Roldán, con entre ocho y 11 millones de euros en fondos reservados que jamás aparecieron. Paesa fue el hombre que ocultó a Roldán y luego lo traicionó. El dinero jamás fue recuperado, aunque todas las investigaciones posteriores coinciden en que lo más probable es que acabase en sus manos. El espía fingió su muerte en Tailandia, para aparecer años después en París.

En la película, Etura y Galocha interpretan a las mujeres que participaron de la trama: la esposa de Roldán oculta con un nombre ficticio, por amenaza expresa de la interesada y la sobrina de Paesa. Una dio con sus huesos en la cárcel y la otra gestiona hoy patrimonios e inversiones desde Luxemburgo.

Mujerhoy: Hay muy pocas referencias visuales de las dos mujeres a las que interpretan en la película. ¿Se les pasó por la cabeza tratar de contactar con ellas para poder preparar mejor sus papeles?

Alba Galocha: Yo, de Beatriz Paesa apenas tengo una foto que pille de una noticia de la tele: fotografié la pantalla. Y poco más.

Marta Etura: No solo no tuvimos contacto con ellas a la hora de preparar los personajes, sino que no quisieron que utilizáramos sus nombre reales. Yo también encontré solo una foto, de cuando salió de la cárcel, para hacerme una idea. Me tuve que ceñir al guión porque no tenía información de otro tipo. Tampoco creo que fuera necesario, no quería hacer una imitación de esta persona en absoluto. La historia está basada en hechos reales, sí, pero a partir de una novela: creo que es imposible desentrañar lo que realmente pasó, porque cada uno tiene su versión particular.

Alba Galocha: Y porque todos los implicados, en este caso, son tramposos profesionales.

Marta Etura: Es verdad, es una historia llena de mentiras, de informaciones ocultas, de secretos.

Alba Galocha: Mi personaje, por su parte, es una aventurera total. Le gusta el peligro, la ilegalidad, estar metida en el centro del huracán. Pero yo no soy así para nada, soy bastante cobardica. Me gusta esto de poder representar esa persona que nunca voy a poder ser yo. Vivir ese gustillo que te puede provocar la ilegalidad.

Mujerhoy: Ese “gustillo” lo ha traducido en términos interpretativos de una forma incluso sexual: parece que ella se excita sutilmente con la idea. ¿Era esa la base de la que partió para construir el personaje?

Alba Galocha: Era parte del juego y me encanta que se note. También creo que ella siente una fascinación especial por la inteligencia de su tío, por la picardía deshonesta de Paesa. De alguna manera, él es su mentor, como demostró la realidad… Paesa es un seductor y sabe jugar muy bien sus cartas. Sabes que no te puedes fiar de él, pero te atrae igualmente. Esa es la dirección de mi personaje: ella quiere aprender a tener ese mismo poder sobre la gente.

Marta Etura: A mí me parece una elección interpretativa magnífica, muy inteligente. Porque realmente es eso: hablamos de unas personas a las que les pone tanto el dinero como conseguirlo ilegalmente. Engañar y ganar. Es una característica que creo que tienen todos los personajes de esta película.

Mujerhoy: Ambas interpretan a personas mayores de lo que son en realidad, lo que no es para nada habitual… Suele ser al revés.

Marta Etura: Efectivamente. Supone un cambio de registro: ¡ya no soy una niña! [Risas]. Tenía ya muchas ganas de hacer un personaje así, una mujer con cierto poder, una señora bien. Te ayuda incluso el tener que vestirte de esa forma tan sobria, tan opuesta a mí.

Vestido de Dsquared2, bomber de Maje y joyas de Viceroy. Estilismo: Pilar Lara. Maquillaje y peluquería: Mónica Roldán (www.monicaroldan.com). Alba Galocha y Marta Etura ( www.a6cinema.com).
Vestido de Dsquared2, bomber de Maje y joyas de Viceroy. Estilismo: Pilar Lara. Maquillaje y peluquería: Mónica Roldán (www.monicaroldan.com). Alba Galocha y Marta Etura ( www.a6cinema.com).

Mujerhoy: Precisamente, tiene una frase ad hoc en la película: cuando el actor Eduard Fernández, que interpreta a Paesa, le dice a su personaje que es muy dura, y responde: “Soy una mujer, no me queda otro remedio que ser dura”. ¿Lo suscribe?

Marta Etura: Esa frase me salía del alma cada vez que la decía. La realidad es que, aún a día de hoy, las mujeres tenemos que luchar el triple que los hombres. No me gusta hablar en estos términos que siempre suenan victimistas, pero es la realidad. No nos queda otro remedio que ser fuertes y duras.

Mujerhoy: Hay algo que define muy bien a los personajes de la película, pero también a las personas reales implicadas: la creencia de que todo ese dinero que robaron y desfalcaron era legítimamente suyo…

Marta Etura: Es que ellos realmente lo creían. Y no era una cuestión de “nos merecemos este dinero por todo lo que hemos hecho por el país”, que puede que también. Existían fondos reservados y todos los que tenían acceso a ellos disponían de ese dinero como si fuera propio, un sobresueldo. Y se lo repartían. La mujer real tras mi personaje vuelve a España con el convencimiento que eso lo hacía todo el mundo y que, si a ellos les iban a juzgar, debían juzgar también a los demás.

Alba Galocha: Todo el mundo robaba y era visto como algo natural.

Mujerhoy: Han tenido que pasar 20 años para que el cine hable de Paesa y Roldán, ¿harán falta otros 20 para hablar de la corrupción actual?

Marta Etura: Bueno, creo que nosotros ahora sabemos más o menos qué paso con Luis Roldán precisamente porque han pasado 20 años. Ahora se oculta información. Creo que en este tema todos somos responsables, tanto los políticos como los ciudadanos. Me parece muy fácil lavarse las manos y echar la culpa a los políticos. Porque está claro que, cuanto uno más se acerca al poder, más corrompible es. Habría que asumir que nadie está libre de culpa, y buscar una solución. Pero esa solución, claro, no le interesa a nadie.

Alba Galocha: En otros países europeos no sucede lo mismo. Y cuando pasa algo así, la gente sale a la calle si hace falta. Aquí todavía salimos más a celebrar las victorias que a demandar auténticas soluciones.

No quiero ser victimista, pero, no nos queda más remedio que ser fuertes y duras”

Marta EturaActriz

Mujerhoy: ¿Como personas reconocibles, se sienten obligadas a mostrar su opinión política de forma pública?

Marta Etura: A mí me parece que las personas que tienen algún tipo de proyección pública y lo digo así porque el término “persona pública” me parece horroroso y muy capcioso, porque nadie es “público” y todo el mundo tiene derecho a su privacidad, son también ciudadanos. Y como ciudadana, me parece que todo el mundo tiene derecho a dar su opinión y posicionarse. Es verdad que el cine español en un momento se posicionó casi como gremio… pero creo ahora que es mejor posicionarse individualmente, como ciudadano.

Alba Galocha: Yo reivindico mi libertad de opinión. No tengo ningún problema a la hora de trabajar con o para alguien que políticamente piensa de forma diferente a mí. No debería influir eso jamás. Mis ideas son las mías, las tuyas son otras y las voy a respetar. A no ser que seas un criminal, claro. Somos todos personas y esto es democracia, y creo que es importante para la sociedad que todos nos politicemos y tomemos partido por nuestras causas. Eso siempre hará bien.

Marta Etura: Es muy importante esto del respeto a otras ideologías, que somos cuarenta y pico millones de españoles y cada uno tiene sus propias ideas.

Alba Galocha: O incluso dentro de tu ideología. Por favor, si cada partido político tiene al menos cinco millones de votantes, es imposible que te entiendas o incluso que te lleves bien con todos. Ni vas a estar de acuerdo en todo, ni tienes por qué estarlo.

Mujerhoy: Alba, siempre dice que ha llegado a todo por casualidad: a modelo, a actriz…

Alba Galocha: Y es verdad.

Mujerhoy: Pero, ¿cómo interpreta haber llegado por casualidad a unos lugares por los que sueñan miles de chicas y que son inalcanzables para la mayoría?

Alba Galocha: Creo que la naturalidad con la que se ha producido todo es lo que me ha hecho valorarlo tanto. Si lo hubiera perseguido obsesivamente, sé que me habría frustrado y al final no hubiera conseguido nada. Con el tiempo he aprendido a dejar que las cosas que tienen que suceder, sucedan. Y a tomar las decisiones correctas en el momento adecuado. Pero siempre desde una total tranquilidad.

Alba luce vestido de M Missoni. Estilismo: Pilar Lara. Maquillaje y peluquería: Mónica Roldán (www.monicaroldan.com). Alba Galocha y Marta Etura ( www.a6cinema.com).
Alba luce vestido de M Missoni. Estilismo: Pilar Lara. Maquillaje y peluquería: Mónica Roldán (www.monicaroldan.com). Alba Galocha y Marta Etura ( www.a6cinema.com).

Mujerhoy: Marta, ¿recuerda sus comienzos? ¿Le sirven en alguna medida para evaluar su presente?

Marta Etura: Sí, los tengo presentes siempre. Y me siento muy afortunada, por descontado. Al revés que Alba, yo sí perseguí esto con mucha fuerza. Era con lo que soñaba desde pequeña, un sentimiento, más que una decisión; desde que tengo uso de razón jugaba, me disfrazaba… quería seguir jugando toda la vida y poder ser otras personas cada vez que quisiera. Y contar historias también. Así que yo lo deseé, lo perseguí y tuve la increíble suerte de lograrlo. Aunque, bueno, la suerte una se la busca y trabaja para ella.

Mujerhoy: En su caso, hay algo muy decisivo: una sucesión de elecciones de personajes, de películas, que a la larga se han revelado acertadas…

Marta Etura: Sí, aunque tenía muy claro que quería ser actriz, también tenía muy claro que no quería serlo a cualquier precio.

Mujerhoy: Alba, ¿no termina por sentir algo de presión al ser un constante modelo de conducta para una generación de jóvenes? ¿A qué achaca su éxito como blogger?

Alba Galocha: Alba. Creo que, cuando tienes la capacidad de llegar a tanta gente, es importante intentar compartir lo que te gusta pero también cosas que quizá los demás no conocen. Si a mí me gusta un libro determinado o una exposición, prefiero compartir eso que los zapatos tan bonitos que me he comprado. Que también lo comparto, de vez en cuando.

Prefiero compartir con mis seguidores un buen libro, antes que unos zapatos”

Alba GalochaMOdelo y actriz

Mujerhoy: ¿Usa el blog como fuente de ingresos, como otras compañeras?

Alba Galocha: Muchas veces me han propuesto hacer publicidad. Pero realmente nunca le he visto ese sentido. Una vez creo que me dejaron una pieza de YSL, pero vamos: el objetivo es que fuera con ella a la fiesta, no colgarlo en las redes. Nunca lo he usado como manera de ganar dinero porque, ¿para qué? Si realmente no necesito más dinero, ya gano lo suficiente con lo que hago.

Mujerhoy: ¿Y cómo valoran esta libertad de los jóvenes y su abierta renuncia a la privacidad?

Marta Etura: Me encanta, pero yo no lo voy a hacer. Esto es como todo en la vida: una herramienta que supongo que hay gente que la usa fenomenal y otras que la usan fatal. Todo lo que sea abrir ventanas me parece bien. Pero yo, personalmente, me considero de otra generación mucho más reservada con la propia intimidad… aunque ¡tal vez solo me da muchísima pereza!

Alba Galocha: Pero yo sí creo que hay un componente generacional. Yo, con 12 años, tenía un ordenador y hacía lo que quería con internet. Mi hermano mayor tenía 18 años cuando empezó a hacer lo mismo que yo. Y luego tengo a mi primo, que ahora tiene 16 años y que ya no queda con sus amigos un sábado por la tarde, sino que se encierra en su habitación y se conecta con todos ellos a través del ordenador. Es una forma de relacionarse con el mundo diferente a la que tenía yo a su edad. Así que creo que es generacional, y que va a seguir transformando las costumbres sociales. Igual que creo que mi relación con las redes, y la de todo el mundo, irá cambiando con los años. Tampoco es algo contra lo que se pueda o haya que luchar, ¿no?

Autore: RSS de noticias de

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