No se puede ser más cool que Kristen Stewart, musa de Chanel, talento juvenil atormentado cual Marlon Brando y hoy la actriz joven más interesante de Hollywood. ¿No se puede? Sí, sí se puede. Sólo hay que montarla en un Mustang del 65, hacer sonar “Ride ‘Em On Down”,el nuevo single de Rolling Stones de su álbum “Blue & Lonesome”, y dejar que la posea el espíritu que le es propicio a la situación. En cero coma, ya no es Kristen la que conduce. ¡Es James Dean! En versión más sexy, eso sí.
La canción es una versión del clásico de Eddie Taylor grabado en 1955, y todo lo que vemos en pantalla es polvoriento y vintage: jeans mummy, camiseta blanca, unas gafas de son molonísimas. Todo, menos el rollo de Kristen Stewart, más cerca del carisma macarra de un James Dean feliz o de un Mick Jagger feminizado, que de la típica bomba sexual en ecosistema mecánico, tipo Beyoncé en “Telephone” o Rihanna en “Shut up And Drive”. Su dominio de la performance interpretativa es espectacular: cuando piensas que está interpretando a un chicazo, transmuta en Marilyn. Por algo Karl Lagerfeld la adora.
“No necesité mucho más que dos o tres palabras para meterme en el papel”, ha explicado la ex vampira crepuscular. “Exactamente fueron: los Stones, un us tang azul. Sola en Los Ángeles. El rodaje fue tan ideal como la idea. Recorrimos la ciudad de punta a punta en un día escuchando una banda sonora de impresión”.
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