Todo ha sucedido en ‘Saturday Night Live’, un famosísimo programa de humor de la cadena SNL, en el que los mejores cómicos de la escena estadounidense se prestan a realizar “sketches” e imitaciones. Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, tanto él como su entorno han sido protagonistas estelares de dichas imitaciones. Son magistrales las caracterizaciones de Alec Baldwin en el papel de Trump y de Melissa McCarthy como Sean Spicer, el secretario de prensa. Por suerte, la familia crece. Y lo hace con otra gran estrella: Scarlett Johansson.
La jugada ha sido más que arriesgada: es probable que no le haya sentado nada bien al presidente que el programa se haya fijado en su hija favorita, Ivanka. Johansson juega a ser Ivanka Trump en el supuesto anuncio de un perfume llamado ‘Complicit’ (Cómplice), “la fragancia para la mujer que podría para todo esto, pero no lo hará”. El “sketch” se refiere directamente al papel de Ivanka en la administración de su padre y pone de relevancia su poder; “Ella es una mujer que sabe lo que quiere y sabe lo que está haciendo”.
“Todos los hombres saben su nombre, cada mujer conoce su cara”, dice la voz en off, mientras Scarlett/Ivanka avanza lentamente cruzando un salón en el que se celebra una glamourosa fiesta (un poco como Julia Roberts en el anuncio de ‘La vie est belle’, de Lancôme). La parodia de Johansson es genial hasta en los gestos: clava ese hieratismo artificial ridículamente perfecto de la hija mayor de Trump. En un momento genial, Scarlett/Ivanka se para ante un gran espejo para retocarse los labios, pero cuando la cámara enfoca la imagen que se refleja… ¡aparece su padre! ¿Son la misma persona?
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