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Así supera la reina Letizia a Kate Middleton y Máxima de Holanda como la royal más influyente y mejor valorada de Europa

Author: mujerhoy

Elena de los Ríos

La tremenda escalada internacional de Letizia no estaba probablemente en los planes de Casa Real para el curso 2022-2023. De hecho, la monarca apenas comenzaba a celebrar que el medio siglo coincidía con su consolidación en el trono, la calma chicha matrimonial y una familia política definitivamente desconectada. Coincidencia o reacción pendular tras el encierro de la covid, da igual. En su 51 cumpleaños, la reina expande su influencia a escala global. En Europa, arrasa.

Un vistazo rápido a sus últimos doce meses constata el recién conquistado poderío internacional de Letizia: ha visitado todos los continentes, menos Asia. Oriente Medio tampoco resulta un destino acogedor para la reina, aunque como contrapartida ha abierto el esplendoroso Palacio Real para recibir a Abdalá y Rania de Jordania.

La reina se esmera por estar perfecta en Londres

Una vez más, las visitas de los reyes Felipe y Letizia a Reino Unido ponían el listón muy alto a la reina. Es conocida la especial atención a los detalles y el decidido empeño de perfección que la monarca dedica a cada uno de sus viajes a Londres, probablemente el destino más exigente para cualquier aristócrata. La dificultad radica no solo en estar a la altura en la corte del rey Carlos III, sino en no bajar el nivel cuando la comitiva real aterriza en otros destinos.

Los reyes Felipe y Letizia, sobre la alfombra roja que se desplegó en su visita a Luanda (Angola). (FOTO: GETTY IMAGES)

Las dos citas londinenses, el multitudinario funeral de Isabel II el 19 de septiembre y la posterior coronación de Carlos III, exigían a Letizia darlo todo. No solo por la proverbial elegancia de la corte británica, sino por tener que medirse con toda la realeza internacional. El reto era máximo, pero la monarca española lo superó con nota. También en la compleja etiqueta funeraria, gracias a un vestido negro de Carolina Herrera y un tocado con red de Cherubina.

Aquel funeral obligó al primer encuentro público de los reyes Felipe y Letizia con el rey emérito Juan Carlos: no hubo ni un cruce de miradas al ocupar el mismo banco. No coincidieron tampoco en el velatorio, donde la reina resplandeció con un conjunto de falda y blusa de Carolina Herrera y sus pendientes de diamantes de Harry Winston. No pudo ponérsele un pero a una monarca que optó, sabiamente, por la discreción.

Letizia sorprendió a todos en la coronación de Carlos III

En mayo, sin embargo, la esperada coronación del rey Carlos III permitía más alegrías y la reina supo dárnoslas. Su dos piezas rosa de Carolina Herrera con tocado espectacular de Balel fue portada en innumerables periódicos y viral en el terreno digital. Si no fue
la mejor vestida, estuvo entre las cinco finalistas. En el cómputo global, sin embargo, nadie le disputó la elegancia. El vestido verde esmeralda de Victoria Beckham fue de los más celebrados durante el fin de semana.

Los reyes Felipe y Letizia, espectaculares a su llegada a Westminster Abbey, donde se asistieron a la ceremonia de coronación del rey Carlos III. / getty images Más allá de sus espectaculares looks, las recepciones de los Windsor permitieron constatar la fluidez de la reina en su trato con el resto de monarquías, especialmente con Carlos III. Pocas parejas coronadas pueden presumir de la impecable imagen que corresponde a los reyes españoles, gracias también al siempre imponente porte de un rey Felipe más que entrenado en estas lides.
Como decíamos, superar el impacto global de la presencia de Letizia en Londres era complicado, pues su foto apareció en medios de comunicación de todo el mundo y, por supuesto, se viralizó en las redes. Pero por difícil que fuera no bajar el nivel, la monarca fue demostrando la inteligencia de su estrategia de estilo en el resto de su implacable agenda internacional. Entre el funeral de Isabel II y la coronación de Carlos III, la monarca viajó a Nueva York, Alemania, Croacia y Los Ángeles.

Las conexiones de Letizia al máximo nivel: los Biden

En Estados Unidos, la reina Letizia se reunió con Jill Biden, esposa del presidente, dando continuidad a las conversaciones que iniciaron durante la famosa cumbre de la OTAN en Madrid. La monarca española y la primera dama estadounidense tienen un importante objetivo común: impulsar la lucha contra el cáncer a nivel mundial. Ambas vistieron de blano en su encuentro, pero la reina aterrizó en Nueva York con un vestido rojo de la colección de Narciso Rodríguez para Zara con efecto despampanante.

La reina Letizia se ha reunido varias veces con Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, tanto en Madrid como en Nueva York. / gtres En Croacia, Letizia se alió con Sanja Musić, esposa del presidente Zoran Milanović, para luchar contra la obesidad infantil. En Los Ángeles inauguró un nuevo centro de Instituto Cervantes, otra pica en el Flandés anglosajón que muestra la imparable ascensión del español como idioma global. En Alemania, la reina volvió a desplegar su arsenal de looks de Carolina Herrera, Hugo Boss y Stella McCartney para apoyar la misión científica y empresarial española. Otro triunfo.

Más delicado fue el viaje de los reyes a Angola, a principios de febrero. Se trataba de estrechar los lazos diplomáticos y empresariales con un país que se quiere socio prioritario en África, y Letizia no defraudó. Derrochó simpatía y empatía con la primera dama,
Ana Afonso Dias Lourenço, y con las mujeres líderes de la sociedad civil que conoció en una agenda más que apretada.

La reina Letizia departió junto al rey Felipe con el monarca británico, durante el cóctel de bienvenida a las familias reales previo a la coronación de Carlos III. / gtres Tras la coronación de Carlos III, Letizia tomó rumbo a Colombia en uno de sus queridos viajes de cooperación con Cruz Roja. Ataviada con su ya característico chaleco rojo, la reina volvió a sorprender con su afabilidad y el interés genuino que pone al servicio de las causas que abandera. Sin duda, esta entrega de la monarca explica la magnífica impresión que deja en sus viajes internacionales, aquí subrayada por la primera dama. Verónica Alcocer.

El viaje de cooperación a Colombia no estaba llamado a ser el broche de oro de la agenda internacional de Letizia. La reina debió haber cerrado su plan de vuelos anual con una
visita oficial a Dinamarca, otro duelo de tiaras espectacular que, sin embargo, tuvo que posponerse debido a una intervención quirúrgica no planificada de la reina Margarita. Tampoco estaba agendado un viaje a Sídney, Australia. Otra sorpresa que sí pondría la guinda al mejor año de la monarca española en el ámbito internacional.

Letizia cerró su año con triunfo en el Mundial de Sídney

La reina Letizia, acompañada por la infanta Sofía, marcó el gol definitivo de su año con un viaje a Sídney del todo inesperado. La monarca decidió dar el paso de apoyar a las jugadoras españolas, aterrizando al otro lado del planeta para
servir de talismán en la final. Fue un gran acierto independientemente del resultado del partido, pero redobló su importancia ante la negativa de los príncipes de Gales, Guillermo o Kate a acompañar a la selección británica. El Mundial permitió a Letizia rebasar en influencia global también a Máxima de Holanda.

La reina Letizia triunfó con su espontaneidad y su traje rojo durante la final de Sídney del Mundial de fútbol femenino que ganó la selección española. / getty images La ausencia de Kate Middleton en la final del partido que enfrentó a España contra Reino Unido propulsó la figura de Letizia, reina del palco de autoridades. A la monarca se le alabó todo: su alegría, su decisión de celebrar como una más con las jugadoras, su afecto genuino al abrazarlas, su elegancia al ignorar las descortesías del hoy dimitido Luis Rubiales… Con su gran triunfo en el Mundial de Sídney, Letizia se colocó por delante del resto de monarcas europeas en relevancia internacional, algo impensado hace un par de años.

Difícil superar el año 2023 en lo que a influencia internacional se refiere, aunque con Letizia nunca hay que dar nada por sentado. Nos esperan doce meses en los que puede pasar de todo a nivel global, aunque algo nos dice que los retos principales de la monarca en el curso 2023-2024 sucederán en territorio nacional. Lo veremos.

Author: mujerhoy

Elena de los Ríos

La tremenda escalada internacional de Letizia no estaba probablemente en los planes de Casa Real para el curso 2022-2023. De hecho, la monarca apenas comenzaba a celebrar que el medio siglo coincidía con su consolidación en el trono, la calma chicha matrimonial y una familia política definitivamente desconectada. Coincidencia o reacción pendular tras el encierro de la covid, da igual. En su 51 cumpleaños, la reina expande su influencia a escala global. En Europa, arrasa.

Un vistazo rápido a sus últimos doce meses constata el recién conquistado poderío internacional de Letizia: ha visitado todos los continentes, menos Asia. Oriente Medio tampoco resulta un destino acogedor para la reina, aunque como contrapartida ha abierto el esplendoroso Palacio Real para recibir a Abdalá y Rania de Jordania.

La reina se esmera por estar perfecta en Londres

Una vez más, las visitas de los reyes Felipe y Letizia a Reino Unido ponían el listón muy alto a la reina. Es conocida la especial atención a los detalles y el decidido empeño de perfección que la monarca dedica a cada uno de sus viajes a Londres, probablemente el destino más exigente para cualquier aristócrata. La dificultad radica no solo en estar a la altura en la corte del rey Carlos III, sino en no bajar el nivel cuando la comitiva real aterriza en otros destinos.

Los reyes Felipe y Letizia, sobre la alfombra roja que se desplegó en su visita a Luanda (Angola). (FOTO: GETTY IMAGES)Los reyes Felipe y Letizia, sobre la alfombra roja que se desplegó en su visita a Luanda (Angola). (FOTO: GETTY IMAGES)Los reyes Felipe y Letizia, sobre la alfombra roja que se desplegó en su visita a Luanda (Angola). (FOTO: GETTY IMAGES)

Las dos citas londinenses, el multitudinario funeral de Isabel II el 19 de septiembre y la posterior coronación de Carlos III, exigían a Letizia darlo todo. No solo por la proverbial elegancia de la corte británica, sino por tener que medirse con toda la realeza internacional. El reto era máximo, pero la monarca española lo superó con nota. También en la compleja etiqueta funeraria, gracias a un vestido negro de Carolina Herrera y un tocado con red de Cherubina.

Aquel funeral obligó al primer encuentro público de los reyes Felipe y Letizia con el rey emérito Juan Carlos: no hubo ni un cruce de miradas al ocupar el mismo banco. No coincidieron tampoco en el velatorio, donde la reina resplandeció con un conjunto de falda y blusa de Carolina Herrera y sus pendientes de diamantes de Harry Winston. No pudo ponérsele un pero a una monarca que optó, sabiamente, por la discreción.

Letizia sorprendió a todos en la coronación de Carlos III

En mayo, sin embargo, la esperada coronación del rey Carlos III permitía más alegrías y la reina supo dárnoslas. Su dos piezas rosa de Carolina Herrera con tocado espectacular de Balel fue portada en innumerables periódicos y viral en el terreno digital. Si no fue
la mejor vestida, estuvo entre las cinco finalistas. En el cómputo global, sin embargo, nadie le disputó la elegancia. El vestido verde esmeralda de Victoria Beckham fue de los más celebrados durante el fin de semana.

Los reyes Felipe y Letizia, espectaculares a su llegada a Westminster Abbey, donde se asistieron a la ceremonia de coronación del rey Carlos III. / getty images Más allá de sus espectaculares looks, las recepciones de los Windsor permitieron constatar la fluidez de la reina en su trato con el resto de monarquías, especialmente con Carlos III. Pocas parejas coronadas pueden presumir de la impecable imagen que corresponde a los reyes españoles, gracias también al siempre imponente porte de un rey Felipe más que entrenado en estas lides.
Como decíamos, superar el impacto global de la presencia de Letizia en Londres era complicado, pues su foto apareció en medios de comunicación de todo el mundo y, por supuesto, se viralizó en las redes. Pero por difícil que fuera no bajar el nivel, la monarca fue demostrando la inteligencia de su estrategia de estilo en el resto de su implacable agenda internacional. Entre el funeral de Isabel II y la coronación de Carlos III, la monarca viajó a Nueva York, Alemania, Croacia y Los Ángeles.

Las conexiones de Letizia al máximo nivel: los Biden

En Estados Unidos, la reina Letizia se reunió con Jill Biden, esposa del presidente, dando continuidad a las conversaciones que iniciaron durante la famosa cumbre de la OTAN en Madrid. La monarca española y la primera dama estadounidense tienen un importante objetivo común: impulsar la lucha contra el cáncer a nivel mundial. Ambas vistieron de blano en su encuentro, pero la reina aterrizó en Nueva York con un vestido rojo de la colección de Narciso Rodríguez para Zara con efecto despampanante.

La reina Letizia se ha reunido varias veces con Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, tanto en Madrid como en Nueva York. / gtres En Croacia, Letizia se alió con Sanja Musić, esposa del presidente Zoran Milanović, para luchar contra la obesidad infantil. En Los Ángeles inauguró un nuevo centro de Instituto Cervantes, otra pica en el Flandés anglosajón que muestra la imparable ascensión del español como idioma global. En Alemania, la reina volvió a desplegar su arsenal de looks de Carolina Herrera, Hugo Boss y Stella McCartney para apoyar la misión científica y empresarial española. Otro triunfo.

Más delicado fue el viaje de los reyes a Angola, a principios de febrero. Se trataba de estrechar los lazos diplomáticos y empresariales con un país que se quiere socio prioritario en África, y Letizia no defraudó. Derrochó simpatía y empatía con la primera dama,
Ana Afonso Dias Lourenço, y con las mujeres líderes de la sociedad civil que conoció en una agenda más que apretada.

La reina Letizia departió junto al rey Felipe con el monarca británico, durante el cóctel de bienvenida a las familias reales previo a la coronación de Carlos III. / gtres Tras la coronación de Carlos III, Letizia tomó rumbo a Colombia en uno de sus queridos viajes de cooperación con Cruz Roja. Ataviada con su ya característico chaleco rojo, la reina volvió a sorprender con su afabilidad y el interés genuino que pone al servicio de las causas que abandera. Sin duda, esta entrega de la monarca explica la magnífica impresión que deja en sus viajes internacionales, aquí subrayada por la primera dama. Verónica Alcocer.

El viaje de cooperación a Colombia no estaba llamado a ser el broche de oro de la agenda internacional de Letizia. La reina debió haber cerrado su plan de vuelos anual con una
visita oficial a Dinamarca, otro duelo de tiaras espectacular que, sin embargo, tuvo que posponerse debido a una intervención quirúrgica no planificada de la reina Margarita. Tampoco estaba agendado un viaje a Sídney, Australia. Otra sorpresa que sí pondría la guinda al mejor año de la monarca española en el ámbito internacional.

Letizia cerró su año con triunfo en el Mundial de Sídney

La reina Letizia, acompañada por la infanta Sofía, marcó el gol definitivo de su año con un viaje a Sídney del todo inesperado. La monarca decidió dar el paso de apoyar a las jugadoras españolas, aterrizando al otro lado del planeta para
servir de talismán en la final. Fue un gran acierto independientemente del resultado del partido, pero redobló su importancia ante la negativa de los príncipes de Gales, Guillermo o Kate a acompañar a la selección británica. El Mundial permitió a Letizia rebasar en influencia global también a Máxima de Holanda.

La reina Letizia triunfó con su espontaneidad y su traje rojo durante la final de Sídney del Mundial de fútbol femenino que ganó la selección española. / getty images La ausencia de Kate Middleton en la final del partido que enfrentó a España contra Reino Unido propulsó la figura de Letizia, reina del palco de autoridades. A la monarca se le alabó todo: su alegría, su decisión de celebrar como una más con las jugadoras, su afecto genuino al abrazarlas, su elegancia al ignorar las descortesías del hoy dimitido Luis Rubiales… Con su gran triunfo en el Mundial de Sídney, Letizia se colocó por delante del resto de monarcas europeas en relevancia internacional, algo impensado hace un par de años.

Difícil superar el año 2023 en lo que a influencia internacional se refiere, aunque con Letizia nunca hay que dar nada por sentado. Nos esperan doce meses en los que puede pasar de todo a nivel global, aunque algo nos dice que los retos principales de la monarca en el curso 2023-2024 sucederán en territorio nacional. Lo veremos.

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