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La fabulosa colección de joyas de Margaret Greville que enfrenta a Kate Middleton y a Camilla: tiaras de diamantes y collares de rubíes

Author: mujerhoy

Elena Castelló

Su nombre se asocia a una renombrada colección de joyas,
el famoso legado Greville, que puso en manos de los Windsor decenas de espectaculares piezas, como la tiara de esmeraldas que lució
Eugenia de York en su boda o el collar de diamantes favorito de la duquesa de Cornualles, diseño de Cartier, que
la reina Isabel le concedió en préstamo permanente tras su
matrimonio con Carlos, en 2005.

La
famosa tiara Lover’s Knot, una de las favoritas de Diana y de la actual princesa de Gales, también forma parte del legado Greville, que toma su nombre de
Margaret Greville, una legendaria coleccionista de joyas, con estrechos lazos con la familia real.

La guerra de las tiaras: por qué la reina Camilla se enfrenta a Kate Middleton por el uso del joyero real

Quién era Margaret Greville y cómo consiguió sus joyas

Nació en Londres el 20 de diciembre de 1863. Su certificado de nacimiento indica que sus padres son Helen Anderson y William Murray Anderson. Pero, en realidad, su padre era
William McEwan, el magnate británico de la cerveza. era en realidad un empleado de la cervecería. Para salvar la reputación de Helen, que era la amante de McEwan, y darle legitimidad al bebé, McEwan envió a Helen y a uno de sus empleados, William Murray Anderson, a Londres antes de que naciera la niña.

Eugenia de York se casó con la tiara de diamantes y esmeraldas Kokoshnik de Margaret Grevlle.

Eugenia de York se casó con la tiara de diamantes y esmeraldas Kokoshnik de Margaret Grevlle. /

gtres

William McEwan y Helen finalmente se casaron cuando Margaret tenía 21 años y McEwan pasó a ser el padrastro de Margaret, aunque siempre hubo rumores sobre
su verdadera filiación. McEwan era un hombre de negocios muy respetado y un diputado liberal, y la familia vivía en Mayfair, en el exclusivo barrio londinense.

Un ascenso social inesperado

Margaret Greville comenzó su ascenso social cuando se casó, en 1891, con
Ronald Greville, heredero de un baronet y miembro del llamado Grupo Marlborough, el entorno más cercano a Alberto Eduardo, entonces
Príncipe de Gales y futuro Rey Eduardo VII. El marido de Margaret murió de neumonía en 1908, después de 17 años de matrimonio, pero Margaret nunca se volvió a casar y continuó cultivando su posición de «socialité» y anfitriona, con estrechos lazos con la familia real.

Ronald y Margaret Greville en una imagen d elos años 20 del siglo pasado.

Ronald y Margaret Greville en una imagen d elos años 20 del siglo pasado. /

getty images

Poco después de casarse, los Greville compraron Polesden Lacey, un retiro campestre en Surrey, que se convirtió en el centro de la vida social de la aristocracia. Margaret organizó su primera fiesta en Polesden, en junio de 1909. El invitado de honor fue, por supuesto, el
rey Eduardo VII. Margaret tenía una relación especialmente cercana con
Alice Keppel, la amante favorita de Eduardo, bisabuela de
Camilla Parker Bowles.

Amiga de la reina madre

Margaret era la madrina
Sonia Keppel, hija de Alice. Pero también cultivó una intensa amistad con la reina María y adoraba especialmente a la nuera de ésta,
Isabel Bowes-Lyon, futura consorte del rey Jorge VI y madre de Isabel II. Cuando Jorge e Isabel se casaron, en 1923, Margaret los recibió en Polesden Lacey para su luna de miel.

Margaret fue una de las grandes anfitironas de la primera mitad del siglo XX. Por sus salones pasaron
Winston Churchill, Charlie Chaplin o la reina
Victoria Eugenia de España. Pero, además, tenía un gran conocimiento en materia de negocios y política. Era miembro de la junta directiva de la cervecería McEwan y se decía que tenía una gran influencia sobre muchos políticos de la época. Y, al igual que
la reina María, poseía un ojo certero y un gran apetito por las joyas.

Kate MIddleton con el collar de rubíes Greville durante la visita de estado de Felipe y Letizia en 2017. /

fotos oficial kensington palace

Boucheron y Cartier estaban entre sus favoritos y solía adquirir todo tipo de piezas en sus viajes por todo el mundo. Le gustaban especialmente las de origen francés. Atesoraba
un collar que perteneció a María Antonieta y otro a la emperatriz Josefina. Margaret no tuvo hijos y
su colección pasó a la princesa Isabel, la futura reina madre, cuando murió en 1942, en el Hotel Dorchester de Londres.

Parece que había unas 60 piezas en aquel legado, pero solo han visto la luz una pequeña parte, que se han convertido en las piezas más esplendentes de los Windsor durante los últimos ochenta años. La Reina Madre convirtió en su favorita
la tiara Greville, creada por Boucheron en 1921, junto con el collar de diamantes de cinco hilos, que hoy atesora Camilla.

Son famosos también los
broches de hiedra en diamantes que la Reina Madre le regaló a su hija Isabel por su 21 cumpleaños, los pendientes «chandelier» que Isabel recibió como regalo de bodas, un collar floral de rubíes y diamantes, que Kate Middleton ha lucido en más de una ocasión, y la llamativa
tiara kokoshnik de esmeraldas que lució la princesa Eugenia el día de su boda. Era la primera vez que la joya se utilizaba en público.

Author: mujerhoy

Elena Castelló

Su nombre se asocia a una renombrada colección de joyas,
el famoso legado Greville, que puso en manos de los Windsor decenas de espectaculares piezas, como la tiara de esmeraldas que lució
Eugenia de York en su boda o el collar de diamantes favorito de la duquesa de Cornualles, diseño de Cartier, que
la reina Isabel le concedió en préstamo permanente tras su
matrimonio con Carlos, en 2005.

La
famosa tiara Lover’s Knot, una de las favoritas de Diana y de la actual princesa de Gales, también forma parte del legado Greville, que toma su nombre de
Margaret Greville, una legendaria coleccionista de joyas, con estrechos lazos con la familia real.

La guerra de las tiaras: por qué la reina Camilla se enfrenta a Kate Middleton por el uso del joyero real

Quién era Margaret Greville y cómo consiguió sus joyas

Nació en Londres el 20 de diciembre de 1863. Su certificado de nacimiento indica que sus padres son Helen Anderson y William Murray Anderson. Pero, en realidad, su padre era
William McEwan, el magnate británico de la cerveza. era en realidad un empleado de la cervecería. Para salvar la reputación de Helen, que era la amante de McEwan, y darle legitimidad al bebé, McEwan envió a Helen y a uno de sus empleados, William Murray Anderson, a Londres antes de que naciera la niña.

Eugenia de York se casó con la tiara de diamantes y esmeraldas Kokoshnik de Margaret Grevlle.

Eugenia de York se casó con la tiara de diamantes y esmeraldas Kokoshnik de Margaret Grevlle. /

gtres

William McEwan y Helen finalmente se casaron cuando Margaret tenía 21 años y McEwan pasó a ser el padrastro de Margaret, aunque siempre hubo rumores sobre
su verdadera filiación. McEwan era un hombre de negocios muy respetado y un diputado liberal, y la familia vivía en Mayfair, en el exclusivo barrio londinense.

Un ascenso social inesperado

Margaret Greville comenzó su ascenso social cuando se casó, en 1891, con
Ronald Greville, heredero de un baronet y miembro del llamado Grupo Marlborough, el entorno más cercano a Alberto Eduardo, entonces
Príncipe de Gales y futuro Rey Eduardo VII. El marido de Margaret murió de neumonía en 1908, después de 17 años de matrimonio, pero Margaret nunca se volvió a casar y continuó cultivando su posición de «socialité» y anfitriona, con estrechos lazos con la familia real.

Ronald y Margaret Greville en una imagen d elos años 20 del siglo pasado.

Ronald y Margaret Greville en una imagen d elos años 20 del siglo pasado. /

getty images

Poco después de casarse, los Greville compraron Polesden Lacey, un retiro campestre en Surrey, que se convirtió en el centro de la vida social de la aristocracia. Margaret organizó su primera fiesta en Polesden, en junio de 1909. El invitado de honor fue, por supuesto, el
rey Eduardo VII. Margaret tenía una relación especialmente cercana con
Alice Keppel, la amante favorita de Eduardo, bisabuela de
Camilla Parker Bowles.

Amiga de la reina madre

Margaret era la madrina
Sonia Keppel, hija de Alice. Pero también cultivó una intensa amistad con la reina María y adoraba especialmente a la nuera de ésta,
Isabel Bowes-Lyon, futura consorte del rey Jorge VI y madre de Isabel II. Cuando Jorge e Isabel se casaron, en 1923, Margaret los recibió en Polesden Lacey para su luna de miel.

Margaret fue una de las grandes anfitironas de la primera mitad del siglo XX. Por sus salones pasaron
Winston Churchill, Charlie Chaplin o la reina
Victoria Eugenia de España. Pero, además, tenía un gran conocimiento en materia de negocios y política. Era miembro de la junta directiva de la cervecería McEwan y se decía que tenía una gran influencia sobre muchos políticos de la época. Y, al igual que
la reina María, poseía un ojo certero y un gran apetito por las joyas.

Kate MIddleton con el collar de rubíes Greville durante la visita de estado de Felipe y Letizia en 2017.

Kate MIddleton con el collar de rubíes Greville durante la visita de estado de Felipe y Letizia en 2017. /

fotos oficial kensington palace

Boucheron y Cartier estaban entre sus favoritos y solía adquirir todo tipo de piezas en sus viajes por todo el mundo. Le gustaban especialmente las de origen francés. Atesoraba
un collar que perteneció a María Antonieta y otro a la emperatriz Josefina. Margaret no tuvo hijos y
su colección pasó a la princesa Isabel, la futura reina madre, cuando murió en 1942, en el Hotel Dorchester de Londres.

Parece que había unas 60 piezas en aquel legado, pero solo han visto la luz una pequeña parte, que se han convertido en las piezas más esplendentes de los Windsor durante los últimos ochenta años. La Reina Madre convirtió en su favorita
la tiara Greville, creada por Boucheron en 1921, junto con el collar de diamantes de cinco hilos, que hoy atesora Camilla.

Son famosos también los
broches de hiedra en diamantes que la Reina Madre le regaló a su hija Isabel por su 21 cumpleaños, los pendientes «chandelier» que Isabel recibió como regalo de bodas, un collar floral de rubíes y diamantes, que Kate Middleton ha lucido en más de una ocasión, y la llamativa
tiara kokoshnik de esmeraldas que lució la princesa Eugenia el día de su boda. Era la primera vez que la joya se utilizaba en público.

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