Author: mujerhoy
La aparición de los monarcas españoles en tierras británicas suele causar admiración, aunque hasta la fecha haya sido la reina Letizia el destino de halagos y suspiros. En el último Wimbledon, sin embargo, ha sido el rey Felipe quien ha llamado la atención de los observadores del estilo, hasta el punto de situarle por encima del mismísimo Carlos III en cuanto a la impecabilidad de su indumentaria. «No es habitual ver este nivel de sastrería», explicó el crítico de moda Derek Guy. ‘The Times’ sentenció: «Felipe, el fabuloso».
Conviene precisar, antes de plantear la pregunta del millón, que las loas a la elegancia de rey Felipe coinciden en un aspecto clave: son de carácter técnico. Se refieren a caída, proporciones, acabado y consistencia y caída de los tejidos. Cabe señalar, entonces, que el traje del monarca que mereció el aplauso global está
firmado por Jaime Gallo, sastre fallecido en 2015 que vistió también al rey emérito Juan Carlos. Con alrededor de diez años en el armario, a su chaqueta no se le puede poner un pero. Ni un pero técnico.
King of Spain at the final day of Wimbledon. This looks great.
Very rare to see this level of tailoring nowadays, even on the wealthy. So let’s talk about some of the reasons why it’s great. pic.twitter.com/nZtDzxkMxN
derek guy (@dieworkwear) July 17, 2023
Evidentemente, hay vida más allá del patronaje y es en este aspecto en el que el comentario de Juan Avellaneda resulta relevante. El hombre que debió vestir de novia a Tamara Falcó (por talento y por conocer a la verdadera marquesa de Griñón) publicó en TikTok algunos comentarios que suponen un contrapunto al consenso internacional sobre la elegancia del rey Felipe en Wimbledon.
«El look del rey es un bajón que flipas«, dictaminó sinceramente Juan Avellaneda, a pesar del ‘quorum’ internacional a favor del estilo del monarca. «El cinturón es tremendo. La combinación del azul de la chaqueta con los cuadros de la camisa, con esta corbata, con el pantalón… Es un desastre. No hay quien lo salve».
En realidad, el comentario de Avellaneda sobre las loas al rey Felipe que coloca la cuestión en un lugar interesante: «Recibí un poco de ‘hate’ porque dije que el look del rey Felipe no me gustaba. No me gusta. No tiene nada que ver con política ni nada. Tenemos un rey que está cañón, que tiene una elegancia innata y que se viste fatal. Bueno, no. Cuando lleva traje completo va estupendo. Pero cuando se viste un poquito ‘casual’ o ‘smart casual’, ahí la liamos un poquito más».
¿Es la moda una frivolidad para los monarcas?
Es innegable que Juan Avellaneda ha dado con la clave: no basta con un buen patronaje para convertirse en icono de estilo global, algo que está más al alcance de la reina Letizia que de nuestro monarca. La pregunta es: ¿realmente se proponen los reyes contemporáneos
brillar en la moda lo mismo que en otros ámbitos? Probablemente no. Todo lo que ha llovido desde Luis XIV, el rey francés que la inventó, ha obrado para alejar lo masculino de un fenómeno largamente considerado frívolo yafectado.
Seamos realistas: solo Carlos III, un monarca abiertamente interesado en lo estético, que además pertenece a una cultura en la que la elegancia de los poderosos importa, parece
cultivar su estilo de manera natural. Hasta su hijo el príncipe Guillermo resulta, de momento, mucho más intrascendente en este terreno. Las reglas del vestir masculino son rígidas para la élite, donde hoy se valora, más que nunca, lo tradicional. Aquellos pantalones rojos que el rey Juan Carlos lucía en Palma son hoy inimaginables en cualquier monarca.
Los reyes Felipe y Letizia, elegantísimos a su llegada a la sede de Vocento, donde se celebró la entrega de los Premios de Periodismo Mariano de Cavia. (FOTO: LIMITED PICTURES)
«El rey Felipe no es elegante», opina Jesús Cano
Jesús Cano, prescriptor de tendencias, sagaz analista y CEO y director creativo de la agencia de relaciones públicas Cano Estudio, apunta aspectos muy interesantes en este terreno donde se cruza la moda y el poder, habitado entre otros por el rey Felipe y la reina Letizia. Y sostiene una opinión tan contundente como la de Juan Avellaneda sobre la elegancia del monarca español.
«El rey no es elegante. Viste correcto para su oficio y lo hace bien. Para ello tiene dos buenos aliados: un sastre y una buena percha. Pero su estilo no destacaría en la ‘city’ londinense. Nunca arriesga. Y donde patina es en el sport. Su estilo es anodino. Y es ahí donde podría fácilmente hacer de embajador del ‘made in Spain’».
A la reina Letizia no se le puede achacar que no arriesgue…
«La reina lo trabaja mucho más. Como en la inauguración de la Galería de la Colecciones Reales, vestida impecablemente de Carolina Herrera. Con su vestido, estaba diciendo: «Este acto es importante». Habrá mucho público que descubra este museo gracias a un vestido. Así de trascendental puede ser la moda.
La reina Letizia sabe que su indumentaria acapara más titulares que la labor que esté ejerciendo en el acto al que asista. Es consciente de que es injusto que un vestido tape una buena causa, pero le dedica tiempo y esfuerzo y, tal vez, no se le valora suficientemente».
¿Puede ser el peculiar estilo del rey Felipe una estrategia consciente para evitar que se le achaque cierta frivolidad?
«No creo que haya una estrategia. El rey ha sido educado para este oficio. Sabe cómo debe estar en cada momento. Me imagino que no le interesa la moda como a la mayoría de hombres de su generación. Un experto podría decir que los reyes iban conjuntados en la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales: que él eligió un raya diplomática gris –que, por cierto, cotiza a la baja– para ‘combinar’ con el estampado floral de ella. ¿Es posible? Sí. Pero es pura especulación. Solo ellos saben si hay una intención».
¿Ves potencial en algún monarca o príncipe actual para brillar en el campo del estilo?
«Hay coquetería en cualquier generación. Solo que la generación de nuestros padres está se ejercía en los detalles, los cortes, los materiales… Las normas eran mucho más rígidas. Ahora hay un campo de acción mucho más amplio. Se puede jugar. Pero ha habido reyes que han sido un modelo de estilo. Ahí estaba el duque de Windsor, antes Eduardo VIII.
De todos modos, no creo que el rey Felipe aguantara con calma el escrutinio diario de la prensa y el público. ¿Alguien ha descrito el traje de ayer? ¿Alguien habla del precio de sus corbatas?»