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El misterio del vestido de Caprile que Letizia llevó en la cena previa a su boda: lo arregló dos veces (antes de romper con el diseñador)

Author: mujerhoy

Elena Castelló

El próximo 21 de mayo se celebran veinte años de la cena anterior a
la boda de los reyes Felipe y Letizia, en la que se reunieron las familias y buena parte de la realeza europea. El protocolo dictó que las damas no lucieran tiara –aunque hubo alguna excepción–, pero todas vistieron de largo, con escogidos diseños.

Fue la tercera ocasión en la que
la futura princesa de Asturias se vistió de gala y el elegido de nuevo fue
el diseñador Lorenzo Caprile, autor también de los dos modelos que había lucido días antes Letizia en la boda de los herederos de Dinamarca, Federico y Mary. Entre ellos, el
fascinante vestidazo rojo de Letizia del que todavía se habla.

La larga amistad de Lorenzo Caprile y la infanta Cristina de Borbón: cómo se conocieron y así se ha convertido el diseñador en su apoyo incondicional (divorcio y juzgado incluidos)

Estos diseños formaban parte de un encargo que había hecho la Casa Real a Caprile para las primeras ocasiones de gala de la futura princesa de Asturias.
En Dinamarca, el triunfo de la reina fue rotundo, especialmente con el segundo modelo, que lució en la víspera de la ceremonia, un diseño de gasa en rojo con un cierto aire años cuarenta que
a doña Letizia le sentaba como un guante. Estos vestidos tan especiales
nunca han vuelto a salir del armario de la reina.

La primera vez que Letizia llevó el vestido de Caprile

No ocurrió lo mismo con otro de los vestidos diseñados por Caprile: el gris platino de shantung de seda natural español de
la cena anterior a la boda de los príncipes, celebrada en el palacio de El Pardo. Se trataba de un diseño con falda con un ligero polisón y una cola lateral de encaje, bordado a mano con pedrería y cristal, con escote drapeado con amplios cuellos al bies, que dejaba los hombros al descubierto.

Doña Letizia, con vestido de Caprile en la cena previa a su boda con don Felipe de Borbón.

Doña Letizia, con vestido de Caprile en la cena previa a su boda con don Felipe de Borbón. /

Gtres

Doña Letizia lució, además, el aderezo de perlas y brillantes que
había pertenecido a la condesa de Barcelona y que
le regalaron los reyes eméritos por la pedida y que encajaba a la perfección con el estilo y el color del vestido. Lorenzo Caprile se inspiró en la reina María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII. Doña Letizia lo complementó con unos zapatos de Pura López, forrados con la misma tela del vestido, un bolso bordado en cristales y un abanico que pertenecieron a la infanta Isabel, «La Chata«, hermana de Alfonso XII.

Sin embargo,
este vestido no alcanzó la opinión entusiasta que habían logrado los de Dinamarca, a pesar de la cuidadosa investigación de Caprile para homenajear el estilo Isabelino y los exquisitos detalles que había incorporado al diseño. Quizá era el color, que no casaba con la excesiva palidez de la novia, quizá fue el escote, demasiado abierto para la delgadez de la entonces princesa.

Cómo transformó Letizia el vestido de Caprile

Quizá por esto,
Letizia volvió a lucirlo, pero transformándolo. Y lo hizo en dos ocasiones. La primera fue el 31 de enero de 2006, en la recepción de gala al presidente de Hungría, Ferenc Mádl, y su esposa, Zsuzanna Göncz, en el Palacio Real.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

El vestido ya era otro: doña Letizia pidió que le reformaran el escote y lo remplazaran por unos tirantes anchos y escote en pico. Se suprimió también el fruncido del cuerpo y las jaretas que lo remataban por una sola jareta central, sin drapeado.

Cuatro años después,
el vestido sufrió otra reforma. Esta vez, doña Letizia lo lució en la cena de gala celebrada para agasajar al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y a su esposa, Carla Bruni, el 27 de abril de 2009. En esta ocasión, se añadió un encaje más oscuro en el escote y sobre los tirantes y otro en el borde de la falda.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

En ambas ocasiones,
doña Letizia lució la tiara prusiana, la misma con la que se casó y con la que lo hizo la reina Sofía. Sin embargo,
ninguna de estas transformaciones convenció. Se suprimió el detalle más significativo del vestido, el escote con grandes cuellos al bies, pero esto no mejoró el original. El resultado fue un diseño desvaído, que perdió toda la originalidad que le dio la mano del diseñador, aunque se trató de un vestido mal comprendido.

El modelo no ha vuelto a salir del vestidor de la reina. Quizá hoy no lo hubiera transformado tras drásticamente.
La reina no ha vuelto a encargarle más vestidos a Lorenzo Caprile, aunque la razón de ello no parece tener que ver con los diseños, que, en su momento, la hicieron brillar.

Author: mujerhoy

Elena Castelló

El próximo 21 de mayo se celebran veinte años de la cena anterior a
la boda de los reyes Felipe y Letizia, en la que se reunieron las familias y buena parte de la realeza europea. El protocolo dictó que las damas no lucieran tiara –aunque hubo alguna excepción–, pero todas vistieron de largo, con escogidos diseños.

Fue la tercera ocasión en la que
la futura princesa de Asturias se vistió de gala y el elegido de nuevo fue
el diseñador Lorenzo Caprile, autor también de los dos modelos que había lucido días antes Letizia en la boda de los herederos de Dinamarca, Federico y Mary. Entre ellos, el
fascinante vestidazo rojo de Letizia del que todavía se habla.

La larga amistad de Lorenzo Caprile y la infanta Cristina de Borbón: cómo se conocieron y así se ha convertido el diseñador en su apoyo incondicional (divorcio y juzgado incluidos)

Estos diseños formaban parte de un encargo que había hecho la Casa Real a Caprile para las primeras ocasiones de gala de la futura princesa de Asturias.
En Dinamarca, el triunfo de la reina fue rotundo, especialmente con el segundo modelo, que lució en la víspera de la ceremonia, un diseño de gasa en rojo con un cierto aire años cuarenta que
a doña Letizia le sentaba como un guante. Estos vestidos tan especiales
nunca han vuelto a salir del armario de la reina.

La primera vez que Letizia llevó el vestido de Caprile

No ocurrió lo mismo con otro de los vestidos diseñados por Caprile: el gris platino de shantung de seda natural español de
la cena anterior a la boda de los príncipes, celebrada en el palacio de El Pardo. Se trataba de un diseño con falda con un ligero polisón y una cola lateral de encaje, bordado a mano con pedrería y cristal, con escote drapeado con amplios cuellos al bies, que dejaba los hombros al descubierto.

Doña Letizia, con vestido de Caprile en la cena previa a su boda con don Felipe de Borbón.

Doña Letizia, con vestido de Caprile en la cena previa a su boda con don Felipe de Borbón. /

Gtres

Doña Letizia lució, además, el aderezo de perlas y brillantes que
había pertenecido a la condesa de Barcelona y que
le regalaron los reyes eméritos por la pedida y que encajaba a la perfección con el estilo y el color del vestido. Lorenzo Caprile se inspiró en la reina María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII. Doña Letizia lo complementó con unos zapatos de Pura López, forrados con la misma tela del vestido, un bolso bordado en cristales y un abanico que pertenecieron a la infanta Isabel, «La Chata«, hermana de Alfonso XII.

Sin embargo,
este vestido no alcanzó la opinión entusiasta que habían logrado los de Dinamarca, a pesar de la cuidadosa investigación de Caprile para homenajear el estilo Isabelino y los exquisitos detalles que había incorporado al diseño. Quizá era el color, que no casaba con la excesiva palidez de la novia, quizá fue el escote, demasiado abierto para la delgadez de la entonces princesa.

Cómo transformó Letizia el vestido de Caprile

Quizá por esto,
Letizia volvió a lucirlo, pero transformándolo. Y lo hizo en dos ocasiones. La primera fue el 31 de enero de 2006, en la recepción de gala al presidente de Hungría, Ferenc Mádl, y su esposa, Zsuzanna Göncz, en el Palacio Real.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

La primera vez que doña Letizia transformó el vestido de Caprile, para una cena con el presidente de Hungría en 2006. Foto: Gtres.

El vestido ya era otro: doña Letizia pidió que le reformaran el escote y lo remplazaran por unos tirantes anchos y escote en pico. Se suprimió también el fruncido del cuerpo y las jaretas que lo remataban por una sola jareta central, sin drapeado.

Cuatro años después,
el vestido sufrió otra reforma. Esta vez, doña Letizia lo lució en la cena de gala celebrada para agasajar al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y a su esposa, Carla Bruni, el 27 de abril de 2009. En esta ocasión, se añadió un encaje más oscuro en el escote y sobre los tirantes y otro en el borde de la falda.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

Doña Letizia con el vestido de Caprile reformado, junto a Carla Bruni. Foto: Gtres.

En ambas ocasiones,
doña Letizia lució la tiara prusiana, la misma con la que se casó y con la que lo hizo la reina Sofía. Sin embargo,
ninguna de estas transformaciones convenció. Se suprimió el detalle más significativo del vestido, el escote con grandes cuellos al bies, pero esto no mejoró el original. El resultado fue un diseño desvaído, que perdió toda la originalidad que le dio la mano del diseñador, aunque se trató de un vestido mal comprendido.

El modelo no ha vuelto a salir del vestidor de la reina. Quizá hoy no lo hubiera transformado tras drásticamente.
La reina no ha vuelto a encargarle más vestidos a Lorenzo Caprile, aunque la razón de ello no parece tener que ver con los diseños, que, en su momento, la hicieron brillar.

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